sábado, 7 de marzo de 2015

El cerebro y las emociones








El cerebro y las emociones

Las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos  que nos permiten enfrentarnos a los peligros y sobrevivir, son acciones y disposiciones que preparan al organismo para emitir conductas de aproximación o distanciamiento,  nos alejan de estímulos peligrosos y desagradables y nos acercan a estímulos agradables.

Charles Darwin

Emoción
Emoción del vocablo latino emovere- remover, agitar, conmover, excitar. Emoción y motivo tienen significados similares, ambas pueden despertar, sostener y dirigir la actividad del organismo.
Las emociones son las responsables de guiar y controlar nuestra conducta. Moldean la vida cuando tratamos de maximizar alguna de ellas como la felicidad, o anular otras como el miedo, y en otras ocasiones controlan plenamente a las personas.
La neurociencia afectiva desarrollada por Richard Davidson investigador de la Universidad de California, ha demostrado que todas las emociones, tanto agradables como desagradables, están profundamente arraigadas en la biología.

Según Darwin, lo más importante en la expresión de las emociones son los reflejos y los instintos, que son innatos y se heredan de nuestros antepasados, manifestando una clara continuidad filogenética en la expresión de las emociones, del mismo modo que existe continuidad en la evolución biológica. Así, tanto la expresión de las emociones propias, como el reconocimiento de las de los demás, se realizan de forma principalmente involuntaria y no aprendida. Los hábitos, producto de asociación de reflejos, que tengan como función la expresión emocional pueden modificarse e ir desapareciendo.  

Estudios antropológicos y experimentales realizados por Paul Ekman profesor de la Universidad de California en San Francisco Departamento de psicología  y Paul Eslinger profesor de neurología en la Universidad de Pensilvania, han propuesto que fundamentalmente existen dos tipos de emociones: Básicas y Complejas o Sociales.

 
Emociones básicas
Las emociones básicas son innatas y se presentan en todas las personas y culturas (miedo, alegría, tristeza, ira, asco, sorpresa).
Emociones Complejas o Sociales
Las emociones complejas o sociales son producto de la interacción social y están ligadas a intereses o bienestar de las sociedades, dependen de la evaluación consciente, la influencia directa del entorno social y surgen de la interacción con otros individuos (orgullo, gratitud, culpa, desprecio, etc.)
Desde el punto de vista psicológico conductas como culpa, vergüenza y orgullo se clasifican dentro de una misma familia de emociones autoconscientes, fundadas en relaciones sociales que emergen de la preocupación y la consciencia de la opinión de los otros con respecto a uno mismo y a su conducta.
La valoración negativa de uno mismo es fundamental para la culpa y la vergüenza.
La valoración positiva del “yo” conduce o provoca orgullo.

Componente emocional y pensamiento racional
El componente emocional es básico en el proceso del pensamiento racional, lo cual se ha demostrado en pacientes que han sufrido daño en las áreas frontales del cerebro y se comportan irracionalmente sin medir las consecuencias de sus actos, lo cual se debe en parte a su incapacidad para modelar emociones. El elemento emocional es de suma importancia en la toma de decisiones racionales e interviene en la vida diaria a cada instante.
Las emociones no existirían sin el cerebro, el cerebro está constituido por diversas estructuras que a su vez trabajan en sincronía para producir sentimientos y pensamientos, tiene la capacidad de tomar decisiones y actuar de acuerdo a estas, es responsable de nuestra relación con el entorno. Los humanos nacemos con la capacidad de reaccionar emocionalmente, las experiencia tempranas determinan como reaccionaremos ante distintas situaciones. El proceso de desarrollo emocional en el ser humano se completa en el seno familiar y durante la educación escolar.
 
Cerebro emocional
El sistema límbico también conocido como cerebro emocional está formado por diversas estructuras conocidas como hipotálamo, amígdala, tálamo, corteza anterior del cíngulo e hipocampo.
Este sistema interviene tanto en los procesos de memoria y aprendizaje, como en la conducta emocional y la agresión.

 
Amígdala: está localizada en la parte media del lóbulo temporal. Se encarga de evaluar lo que sucede en el mundo exterior y de atribuirle un significado emocional a los estímulos medioambientales. Se trata de una estructura en donde se almacena nuestra memoria emocional, las memorias emocionales que están localizadas en la amígdala ayudar a guiar nuestra conducta. La amígdala actúa por estimulación del hipotálamo que se localiza en el extremo superior del tallo cerebral.

Hipotálamo: está conformado por una sección interna conectada con el sistema que nos tranquiliza y una externa que está ligada a la excitación cerebral, puede ayudar a crear emociones básicas como la ira y el terror, además de estados positivos que van desde el placer moderado hasta el éxtasis, opera a través del control del sistema nervioso autónomo.

Hipocampo: es otra estructura que completa a la amígdala, ayudando a que el cerebro se enfoque en los estímulos sensoriales y en la generación de emociones ligando estas a la memoria, las imágenes y el aprendizaje. Se encarga de conectar los recuerdos y las emociones, con el fin de influir a la amígdala y al hipotálamo, participan en la regulación de emociones positivas y negativas.

Tálamo: es el principal centro de relación entre la médula y el cerebro, en él terminan todas las vías sensitivas importantes y con su mediación se produce la respuesta emocional a las sensaciones, también interviene en el despertar, la conciencia, la conducta afectiva y la memoria.

Corteza anterior del cíngulo (CAC): está localizada cerca de la corteza prefrontal, además de estar involucrada en la solución de problemas, participa en el autocontrol emocional, solución de conflictos y reconocimiento de errores, esta estructura hace posible la resolución pacífica de conflictos, tiene importantes conexiones con la corteza prefrontal y forma parte del cerebro racional.  

Estos centros estructurales del cerebro  están localizados en los lóbulos frontales y evolucionaron durante la última etapa de la historia de nuestra especie, por lo cual son los últimos en madurar en el desarrollo individual y social. Son estructuras que se desarrollaron muy pronto en la evolución es por ello que las emociones son más primitivas que nuestras habilidades cognoscitivas.

 
Corteza cerebral
La corteza cerebral es una capa externa del cerebro que constituye el 80% del total del cerebro humano, se divide en cuatro lóbulos:

Lóbulo occipital localizado en la parte posterior y encargado de manejar la información visual.
 
Lóbulo parietal está involucrado en el procesamiento de la información sensorial y espacial.
 
Lóbulo temporal actúa sobre el lenguaje y la memoria.

Lóbulos frontales situados en la parte frontal o anterior, es una de las regiones fundamentales de cerebro humano.

La mayoría de las investigaciones sobre agresión y violencia se enfocan en las partes anteriores del cerebro que incluyen lóbulos frontales y temporales. Estudios en los que se ha descubierto la importancia de la subdivisión de los lóbulos, conocida como áreas prefrontales, pues esta zona está involucrada con la capacidad de abstracción, la inteligencia, la planeación, la inhibición de conductas inapropiadas y la regulación de las emociones, funciones que resultan relevantes para comprender la conducta criminal.    
 
La corteza prefrontal se subdivide en corteza medial, dorsolateral y orbitofrontal, se ha comprobado que alteraciones en esta última producen conducta antisocial y violenta.
La corteza prefrontal a su vez está conectada con cuatro áreas principales corteza premotora, corteza de asociación posterior, cerebelo y ganglios basales.  
Estas cuatro áreas cerebrales están encargadas del control motor y de nuestros movimientos, también la corteza prefrontal está conectada con nuestro cerebro emocional, gracias a estas conexiones los lóbulos prefrontales dirigen y guían nuestros pensamientos y nuestra conducta permitiéndonos lograr objetivos específicos. El daño o disfunción en estas áreas ocasiona alteraciones en el comportamiento y deficiencias en lo relacionado con el control de nuestro cerebro emocional.
 


 

 

 

 

  • Chóliz, M. (1995): La expresión de las emociones en la obra de Darwin. En F. Tortosa, C
  • Ostrosky, Feggy, Mentes asesinas. La violencia en tu cerebro, Quo, México, 2008.


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